La Fuerza Armada Nacional
Bolivariana manifiesta su profunda indignación y el más categórico rechazo a
las deplorables e irrespetuosas expresiones con las que recientemente el
presidente de la junta directiva de la Asamblea Nacional se dirigió a nuestra
institución, conducta reiterativa y sistemática que sin lugar a dudas
exterioriza un vil sentimiento de desprecio y odio hacia los hombres y mujeres
que la integramos.
Como es bien conocido, la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana es una organización eminentemente popular, forjada
al fragor de las luchas libertarias valientemente lideradas por los próceres de
la gesta emancipadora. Es de carácter esencial para el funcionamiento del Estado;
su génesis, desarrollo y consolidación, se funden en la historia republicana
con un papel protagónico, dejando escritas innumerables páginas de honor y de
gloria. En este sentido, el honor militar se concibe como la severa
autoexigencia para el estricto cumplimiento del deber que la profesión de las
armas impone, y se materializa con la toma de conciencia suprarracional en el
contexto de una sociedad que se rige por principios y valores ciudadanos.
Así pues, la inescrupulosa y ofensiva actitud de parte de este funcionario,
representa un ultraje; una grotesca agresión moral contra quienes día a día
defienden a su país asumiendo enormes riesgos y sacrificios para garantizar su
seguridad, su independencia y soberanía. Tal actitud demuestra ignorancia
supina sobre el sentir, la filosofía y el apostolado que son intrínsecos de la
carrera militar. ¿Cuántos soldados han ofrendado sus vidas resguardando las
fronteras, ciudades y demás espacios de la geografía nacional? ¿Cuántos
compañeros han fallecido en ese campo del honor combatiendo las distintas
formas de criminalidad que acechan a la ciudadanía, incluyendo el
paramilitarismo que promueven grupos radicales de la extrema derecha?
No puede tolerarse bajo ningún
concepto que se vilipendie y mancille a quienes portan el glorioso uniforme
heredado de los libertadores y libertadoras, que movidos esencialmente por una
auténtica vocación de servicio y amor a la patria, han jurado defenderla.
Aceptar este agravio ofendería también la dignidad de sus familias y de todo el
pueblo venezolano.
Resulta inverosímil y
marcadamente opuesto a las bellas tradiciones de hidalguía y nobleza que
caracterizan la venezolanidad, ver a este dirigente asumiendo un comportamiento
que mina su autoridad moral y consecuentemente desdibuja la instancia a la que
representa, completamente alejado de los intereses de quienes le eligieron,
constituyéndose en un triste ejemplo de soberbia, discriminación y segregación,
carente de magnanimidad y humildad como
virtudes que deben adornar a un líder político y muy especialmente a un servidor
público; y que lamentablemente en nada contribuye a la unión, la concordia, la
armonía y el entendimiento que requiere la sociedad, para superar las
dificultades y avanzar en la solución de los problemas que la aquejan.
Hechos de esta naturaleza están contemplados como delito en el código
orgánico de justicia militar, en su artículo 505 que textualmente señala: “Incurrirá
en la pena de tres a ocho años de prisión el que en alguna forma injurie,
ofenda o menosprecie a las fuerzas armadas nacionales o algunas de sus unidades”.
En tal sentido, la institución se
reserva el derecho a ejercer las acciones penales que correspondan en el marco
del estado de derecho, a fin de preservar su honorabilidad.
Tenemos la certeza que todos
nuestros conciudadanos, muy a pesar de las diferencias políticas, sabrán discernir
adecuadamente esta lamentable situación; que la sabiduría y el poder que reside
en el pueblo le permitirá diferenciar acertadamente los liderazgos positivos de
los negativos, preservando la buena imagen que conservan de nuestra amada
institución y encontrando en las costumbres, cualidades y fortalezas que nos
unen como venezolanos, el camino hacia la paz, el desarrollo y el bienestar,
para consolidar la nación grande que todos anhelamos.
Finalmente reiteramos el llamado
a la cordura, la prudencia, la sensatez y el diálogo promovido constantemente
por el ciudadano Nicolás Maduro Moros, Presidente constitucional de la República
Bolivariana de Venezuela y comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana.
“Chávez vive… la patria sigue
Independencia y patria socialista
Viviremos y venceremos”
Vladimir Padrino López
General en Jefe
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